Crisis en Somalia
Los recientes titulares de la prensa detallando la crisis actual de remesas en Somalia indican un problema aún más problemático; la disminución de la inclusión financiera a nivel mundial.
La crisis de remesas en Somalia no es novedad. La inestabilidad política en los 1990’s conllevó al colapso de los sistemas sociales y financieros y estableció la base para la década de lucha que ocurrió posteriormente. De los 10 millones de habitantes del país, más del 40% dependen de remesas de amigos y familiares en el extranjero para el financiamiento diario de sus vidas (alimentos, agua, vestimenta) y las pequeñas empresas. Sin un sistema bancario oficial, hawalas (servicios de transferencia de dinero) son la fuerza motriz de la economía. De acuerdo a un reporte reciente de OxFam, la gente de Somalia depende en un estimado de $1.3 billones al año de la diáspora alrededor del mundo, incluyendo más de $200 millones de los E.U.A., para sobrevivir. Estas remesas sobrepasan la ayuda humanitaria al país y justifican aproximadamente entre 25-45% del GDP (producto interno bruto).
La batalla del cumplimiento
La inestabilidad civil en la región ha hecho difícil a los bancos el determinar exactamente donde terminan sus transferencias de dinero, creando una pesadilla en cuanto al cumplimiento. Las instituciones financieras enfrentan fortalecimiento de reglamentación mientras FinCen promete hacer cumplir el BSA/AML y evitar que el dinero llegue a las manos de los grupos terroristas como al-Shabab. Como resultado, los bancos están optando eliminar el riesgo en lugar de implementar las prácticas sostenibles de cumplimiento, haciendo la inclusión financiera aún más evasiva.
Por si fuera poco, Merchants Bank of California, el último banco de los E.U.A. en manejar remesas a Somalia, detuvo todas las transferencias de dinero al país en Febrero. El relativamente pequeño banco se encargaba de aproximadamente 60-80% de todas las remesas que cruzan la frontera desde los E.U.A. y los efectos de esta decisión son palpables por toda la nación de diáspora.
El 31 de Marzo, el WestPac Bank Australiano concluyo todos sus servicios bancarios a negocios de servicios monetarios que envían remesas a Somalia. Y así continua empeorando la crisis a medida que la remesas de la diáspora de Somalia que viven en el extranjero alrededor del mundo se les ha impedido acceder a sus seres queridos en su país. A medida que los MSB’s (negocios de servicios monetarios) enfrentan la falta de banca a gran escala, los no bancarizados del mundo pierden la oportunidad de la incisión financiera.
Consecuencias de gran alcance
Las consecuencias de la crisis incluyen mucho más allá del Cuerno de África. Aparte de Somalia, tanto como 2.5 billones de personas alrededor del mundo se encuentran sin bancos y mucho dependen de transferencias de dinero para enviar y recibir fondos. La inclusión financiera y transparencias mundial se encuentran inmersos en el marco de definición de la eliminación del riesgo de los banco en un ritmo alarmante para mantenerse a la vanguardia de los reglamentos de FinCen, BSA y AML. En Noviembre del 2014, FinCen discutió esta tendencia con la siguiente declaración: “Los MSB’s (negocios de servicios monetarios) tienen un papel importante en el sistema financiero transparente, especialmente debido a que a menudo ellos proveen servicios financieros a personas que casi nunca utilizan los servicios bancarios tradicionales y debido a su papel tan importante en la provisión de servicios de remesas. FinCen cree que es importante el reiterar el hecha de que la organizaciones bancarias pueden servir a la industria de los MSB’s mientras cumple con sus obligaciones del Secreto Bancario”.
Aún no ha terminado para Somalia
Liban Egal, un estratega de tecnología de Somalia, empresario y presidente del Primer Banco en Somalia, ha anunciado un plan para ayudar a los servicios de transferencia de dinero y bancos el rastrear a donde llega el dinero transferido. Su argumento comercial incluye el uso de identificación biométrica. Un escáner de huellas digitales de una compañía en India se asoció con la aplicación para teléfonos inteligentes de CamelCash, actualmente perteneciente y desarrollado por FSB, son quienes lo más seguro convertirán esta visión en una realidad. Egel explica esta esperanza a Reuters, “Estamos seguros que si mostramos este sistema a un banco (extranjero) y les decimos “ahora si sabemos quién está enviando el dinero”, entonces el personal de evaluación de riesgos (del banco) van a considerarlo”. Soluciones como estas pueden ayudar a facilitar los medios vitales de transferencia de dinero de manera que las muy necesarias remesas puedan nuevamente llegar a Somalia.
En NCC, entendemos el balance delicado entre el cumplimiento y la ganancia. Estamos comprometidos con soluciones eficaces que sirven a la industria internacional de servicios monetarios a través de la banca redundante.